Si una persona de tu entorno sufre o ha sufrido alguna de estas experiencias, está ante una situación de violencia machista:
Primeras señales de alerta
- Cuando estás con ella, su pareja aprovecha cualquier anécdota para dejarla en ridículo.
- Cuando, una vez solo, le preguntas cómo va su relación de pareja y ella cambia de tema.
- Cuando notas que no quiere quedar tan a menudo, y cuando quede ella después no va o tiene que irse deprisa.
- Cuando cada vez que recibe un WhatsApp de su pareja, debe responder de inmediato, diciéndole dónde y con quién está.
- Cuando siempre se adapta a los gustos de su pareja y parece que ella cambie a los suyos.
- Cuando ves que ella intenta complacer siempre a su pareja.
Manténgase más alerta
- Cuando le ha roto objetos que para ella son de valor.
- Cuando escuchas que él le amenaza o te explica como la amenaza.
- Cuando la ves triste, con mala cara, o que le ha cambiado el carácter.
- Cuando ves que ella reacciona con miedo cuando cree que algo puede molestarle.
¿Qué actitud puede ayudar?
- Escuchar lo que te explique y no ponerlo en duda. Es importante que respetes su tiempo y que dejes que hable con sus palabras, así como agradecerle la confianza.
- Controlar la rabia que pueda salirte al enterarte de la situación.
- Hágale saber que no se merece lo que está pasando y que estás dispuesto/a a ayudar.
- Ser respetuoso/a con las decisiones que tome.
- Proponer veros un poquito más.
- Pedir asesoramiento a personal especializado.
- Animarla a que pueda contárselo a alguna persona de la familia en quien confíe.
- Ser perseverante e ir contactando y hablando con ellos, no desistir y comprender que es un proceso largo de idas y venidas.
- Nunca forzar una denuncia o una separación. Puede que ella no esté preparada.